Es curioso cómo cambian las cosas, conforme se va progresando en cualquier ámbito. Hace un año pensaba que la mayoría de las empresas estarían interesadas en un proyecto de calidad y con proyección, aunque no estuviera terminado y necesitara una fuerte inyección económica. Estaba equivocado. También tenía la sensación de que con ilusión y ganas se podía conseguir cualquier cosa: craso error.
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